Bien de interés cultural
Catalogada como Bien de Interés Cultural, la Torre de Roma fue construida en el siglo XIII-XIV. Está situada a 538 metros de altitud dentro del término municipal de Chauchina, a unos cien metros de la pedanía que le da nombre, Romilla.
Al parecer, el célebre poeta y dramaturgo Federico García Lorca jugaba en los alrededores de la Torre, con referencias al personaje Pepe El Romano en La Casa de Bernarda Alba.
En 1431, la Torre de Roma aparece por primera vez citada en las crónicas de la reconquista cristiana, donde se describían las incursiones por la Vega de Granada de D. Álvaro de Luna y de D. Miguel Lucas Iranzo en 1462 por Puerto Lope, aunque ambos con poco éxito militar.
Antes de la caída de Boabdil, último sultán nazarí, los Reyes Católicos tomaron la Torre en 1490. Aunque algunos cronistas de la época mantienen que se ordenó destruirla, no lo parece por su conservación actual.
Tras la caída del Reino de Granada, los Reyes Católicos repartieron los terrenos de la Vega de Granada, pero se reservaron el Soto de Roma con el título de Real Sitio, quedando la Torre dentro del espacio.
Durante los siguientes tres siglos, el Soto de Roma estuvo en manos de la Corona y solo la visitaban los reyes de vez en cuando.
En 1765, Carlos III se la otorgó a Richard Wall, aunque por un periodo corto de tiempo por su muerte poco después. En 1777, la hacienda fue revertida a la Corona de Carlos IV, que la cambió por una caballeriza. Tras la expulsión de los franceses en 1812, Fernando VII se la expropió a Napoleón y se la regaló al Duque de Wellington por su victoria en Salamanca. Parte de esta extensión sigue siendo propiedad de esta familia aristócrata inglesa hoy en día.
Se trata de una torre nazarí con una base inferior de 9.45 x 7.10 m y una planta superior de 9.10 x 9.85 m por una altura actual aproximada de 14 m.
Se construyó con la técnica del tapial, que es un proceso en el que se hacían muros empalizados de madera rellenos de hormigón de gran dureza y compuestos de mezcla de zahorra, tierra y cal. Para que el encofrado que la conforma no se rompiera al construirla, se le atravesaron unos troncos de madera en forma de tirantas, que hoy se pueden ver al descubierto.
Cuenta con tres plantas cubiertas con una bóveda de medio cañón, terraza y aljibe. En las fachadas este, sur y oeste de la primera planta se encuentran varias aspilleras. Las ventanas están en la segunda planta (una en cada centro de fachada). La terraza probablemente estuviera almenada y dispondría de gárgolas para evacuar el agua de lluvia. Excavado bajo el nivel del suelo había un aljibe. La puerta de acceso se encontraba en el lado Este, a dos metros de la base, protegiendo la atalaya de las continuas inundaciones, y para dificultar la entrada a los enemigos. Esta torre tenía comunicación visual con la Alhambra y el Castillo de Moclín.